Historia de Zacarías y Elizabeth
En una pequeña ciudad de las colinas de Judea, vivían Zacarías y su esposa Elizabeth. Eran muy buenos, siempre seguían las enseñanzas de Dios y eran queridos por todos en su comunidad. Pero tenían una gran tristeza en sus corazones: a pesar de muchos años de matrimonio, no habían podido tener hijos.
Zacarías trabajaba como sacerdote en el templo de Jerusalén. Un día, mientras estaba en el templo, le ocurrió algo asombroso. Mientras quemaba incienso como parte de su servicio, un ángel apareció ante él. Zacarías se asustó mucho al principio, pero el ángel le dijo: «No tengas miedo, Zacarías; tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Elizabeth te dará un hijo, y debes llamarlo Juan.»
El ángel explicó que Juan tendría un papel muy especial en la vida de muchas personas y prepararía a la gente para conocer a Jesús. Pero Zacarías dudó de cómo esto podría ser posible, ya que tanto él como Elizabeth eran muy mayores. Por su duda, el ángel le dijo que no podría hablar hasta que naciera el niño.
Cuando Zacarías regresó a casa, no podía hablar, pero poco después, Elizabeth quedó embarazada, ¡justo como había dicho el ángel! Ella estaba tan feliz y agradecida por este milagro. Durante cinco meses, se quedó en casa, reflexionando sobre esta bendición.
Finalmente, llegó el día del nacimiento de Juan, y todos los vecinos y parientes se alegraron con Elizabeth y Zacarías. En el día de la ceremonia de nombramiento del bebé, todos pensaron que debería llamarse Zacarías, como su padre. Pero Elizabeth dijo, «¡No! Él se llamará Juan.»
Todos se sorprendieron, porque nadie en su familia tenía ese nombre. Miraron a Zacarías, quien todavía no podía hablar, y él escribió en una tablilla: «Su nombre es Juan.» En ese mismo instante, Zacarías pudo hablar de nuevo, y comenzó a alabar a Dios.
La noticia del nacimiento de Juan y las palabras de Zacarías se extendieron por toda la región. La gente se maravillaba y decía: «¿Qué será de este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él.
Juan creció y se convirtió en Juan el Bautista, un gran predicador que preparó a la gente para la llegada de Jesús. La historia de Zacarías, Elizabeth y Juan nos enseña sobre la fe, la paciencia y cómo los milagros pueden ocurrir, incluso cuando parecen imposibles.