El sueño de Salomón

Cuando Dios le dijo a Salomón que pidiera un deseo, Salomón lo contestó: “Señor, tú ayudaste a mí padre David mientras él fue rey.  Él confiaba en ti. Ahora tú me has hecho rey. Soy tan joven, señor, que no sé cómo ser un buen rey como lo era mi padre David.  Dame un corazón lleno de sabiduría. Ayúdame a ver lo que es bueno y lo que es malo. Quiero gobernar a tu pueblo como tú lo desees. Ayúdame a juzgar a tu pueblo sabiamente. Ayúdame a ver la diferencia entre el bien y el mal”.

Esta respuesta le agrado mucho a Dios. Él le dijo a Salomón: «Como me has pedido esto en vez de tener una larga vida o riquezas, haré que tu deseo se haga realidad. te doy un corazón sabio. Jamás habrá un rey tan sabio ni tan importante como tú»

pero eso no fue todo. Dios añadió: «También que he dado lo que no me has pedido. Tienes riquezas y honra. si me obedeces haré que vivas ,muchos años»