Hogares destruídos

Algunas veces un hombre y una mujer deshacen su hogar. Se separan. Esto es lo que significa divorciarse.

Todos se sienten heridos. Por lo general, los niños son los que se sienten más dolidos.

Cuando una madre o un padre dejan el hogar, los niños creen que es culpa de ellos. Pero no es así. No deben culparse a sí mismos. Algunas veces las madres los padres deciden no vivir juntos. Pueden haber muchas razones para que esto suceda, pero nunca es culpa de los niños.

Jesús sabe que el divorcio puede maltratar a las personas. También sabe que hay ocasiones en que el esposo y la esposa no quieren vivir juntos.

Cuando Jesús estuvo en esta tierra, uno de los fariseos le pregunto: “¿Hay alguna razón por la cual el hombre pueda divorciarse de su esposa?”

A Jesús no le gusto la pregunta. Él dijo que Dios unió a los hombres y las mujeres para que juntos fueran un asola persona. Dios no quería que esposo y esposa se separaran. Los líderes religiosos le preguntaban por qué las leyes decían que estaba bien divorciarse.

Jesús dijo: “¡Se le permitió dejar a sus esposas porque ustedes tienen el corazón endurecido! Pero no es así como Dios quería que fuera. Cuando un hombre y 8una mujer lo deciden casarse, se supone que van a permaneces juntos hasta la muerte”.

Cuando los discípulos de Jesús oyeron esto dijeron: “Pero si en realidad es así, entonces a veces es mejor no casarse”.

Jesús les dijo: “Tienes razón. No todos necesitan casarse. Y un matrimonio que dura toda la vida es realmente un regalo de Dios”.

Jesús trataba de proteger las familias. Y al proteger la familia, estaba protegiendo a los niños.