
Jesús ante Pilato
Jesús y Pilato
Los líderes religiosos trataban de demostrar que Jesús había desobedecido la ley. Hasta les pegaron a algunos personajes para que dijeran mentiras contra Jesús.
El sacerdote principal pregunto: “Dinos, en nombre de Dios vivo, si crees en cristo, el hijo de Dios”.
“Si, si soy”, dijo Jesús. “un día todos ustedes me verán sentados en el trono junto a Dios”.
“¡Dice que es Dios!¡eso es contra la ley!”
“¡Maestro! ¡Maestro!” golpearon a Jesús. Luego lo escupieron en la cara. Junto con los soldados, lo azotaron.
Al amanecer, los líderes religiosos llevaron a Jesús ante el gobernador llamado poncio Pilato.
“¿Qué hizo este hombre?”. Les pregunto Pilato a los líderes. Religiosos.
Le mintieron a Pilato. “Este hombre pone a los judíos a pelear contra los romanos. Dice que es un rey”.
“¿Eres tú el rey de los Judíos?”, le pregunto Pilato a Jesús.
“Si eso es lo que crees”, dijo Jesús. “Pero mi reino no es de este mundo. Si estuviera aquí, mis seguidores me defenderían. Sí, soy un rey. Vine a traer la voluntad al mundo. Todo aquel que ama la verdad es seguidor mío”.
Esto le dio que pensar a Pilato.
“¿No has oído las cosas tan terribles que dicen de ti?” Jesús no contesto nada. Pilato estaba sorprendido. Dijo: “No veo razón alguna para matar a este hombre. No has hecho nada malo”.
Los líderes religiosos dijeron. “Vino desde Galilea tan solo para causar problemas”.