
Muerte de Saúl y de sus Hijos
David pierde a Saúl y a Jonatán
David regresó a su casa en Sclag. Ahí oyó la noticia sobre la gran batalla entre los israelitas y los filisteos. Esta era la batalla en la que los generales filisteos no le habían permitido a David que participara.
“Fue una batalla terrible”, el mensajero le dijo a David. “Los filisteos atacaron fuertemente a Saúl y a sus hijos. Mataron a sus tres hijos, incluyendo a Jonatán…”
David gritó: “¡Oh, no! ¡No a mi hermano Jonatán!”
El él mensajero continuó diciendo: “El rey estaba rodeado. No tenía opción. Saúl cayó sobre su propia espada y se mató”.
Al oír esto, David y sus hombres lloraron y se lamentaron. No comieron en todo el día. ¡El rey ungido de Dios estaba muerto! ¡Era un día fúnebre para Israel!