Historia de David y Jonatán
Amigos para siempre
Poco después de que David matara a Goliat, Saúl llevó a David de regreso al palacio. Ahí fue donde David conoció a Jonatán. Jonatán era hijo de Saúl y hermano de Mical.
Ese día, David había estado conversando con Saúl. Se volvió y vio a Jonatán. Los dos jóvenes se miraron.
En esa fracción de segundos, el alma de Jonatán se unió a la de David. Jonatán sabía que había encontrado al que sería su mejor amigo de por vida. A partir de ese momento, Jonatán amó a David tanto como así mismo. Los dos jóvenes prometieron ser amigos para siempre. Jonatán le dio a David su túnica, su espada, su arco y su cinto.
Años más tarde, Saúl les ordenó a Jonatán y sus sirvientes que mataran a David.
Pero Jonatán era más que un hermano para David. Lo buscó y le dijo: “¡Mi padre quiere matarte! Por favor, ten mucho, mucho cuidado en la mañana. Debes esconderte. Luego hablaré con mi padre sobre ti”.
Jonatán pasó la mañana siguiente con su padre. Le habló de lo bueno que era David y de lo equivocado que estaba Saúl al tratar de que lo mataran.
Finalmente, Saúl le prometió no hacerle daño a David. Entonces David regresó al palacio.
Pero Saúl no cumplió la promesa. Al poco tiempo se enojó de nuevo.