Abraham Sale de Ur de los Caldeos
Hace muchos años, vivió un hombre llamado Abraham, y su esposa, Sara. Aunque eran felices, anhelaban una cosa que no tenían: un hijo. Pasaban los años y, a pesar de sus deseos, no tenían un bebé.
Una noche, mientras Abraham miraba las estrellas, escuchó una voz suave pero firme. Era Dios hablando con él. “Abraham”, dijo Dios, “haré que tu familia sea numerosa y bendecida. Tu influencia se sentirá en todas las personas, en todas partes del mundo”.
Conmovido por estas palabras, Abraham sintió un cosquilleo de esperanza. Dios le había dado una misión: dejar su tierra natal y su familia, y partir hacia lo desconocido.
A pesar de no saber el destino, Abraham confió en Dios. Compartió la noticia con Sara, y ella, con la misma fe inquebrantable, ordenó a los sirvientes prepararse para el viaje.
Los sirvientes estaban confundidos, preguntándole a Sara: “¿Pero a dónde vamos?”. Ella simplemente sonrió y respondió, “No sé”, pero su sonrisa transmitía confianza y seguridad. Si Abraham podía tener fe en que Dios les guiaría, ella también la tendría.
Y así, comenzó el gran viaje de Abraham y Sara, un viaje de fe y confianza en Dios. Una aventura que nos recuerda a todos que, aunque no siempre sepamos a dónde nos lleva la vida, podemos tener fe en que terminaremos exactamente donde debemos estar.
Imágenes del Llamado de Abram
Si deseas entender mejor acerca de la historia del llamado de Abram, a continuación puedes ver las siguientes imágenes, y estoy seguro de que al ver estas imágenes podrás entender mejor la salida de Abram de Ur de los Caldeos.